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PENSAMIENTO CRÍTICO

Eyin yang sun moon

El pensamiento crítico es un concepto rico, que se ha venido desarrollando a lo largo de los últimos 2500 años. El término «pensamiento crítico» tiene sus raíces en la mitad de finales del siglo 20. Ofrecemos aquí las definiciones superpuestas, junto que forman una concepción sustantiva, transdisciplinario del pensamiento crítico.

El pensamiento crítico como se define por el Consejo Nacional para la Excelencia en el pensamiento crítico, 1987
Una declaración de Michael Scriven y Richard Paul para la
{presentado en la octava Conferencia Anual Internacional sobre el pensamiento crítico y la reforma de la educación, Verano 1987}.

El pensamiento crítico es el proceso intelectualmente disciplinado de manera activa y hábilmente conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar, y / o la evaluación de la información obtenida de, o generados por, la observación, la experiencia, la reflexión, el razonamiento o la comunicación, como una guía para la creencia y la acción. En su forma ejemplar, que se basa en los valores universales intelectual que trascienden las divisiones en la materia: la claridad, exactitud, precisión, consistencia, relevancia, pruebas de sonido, buenas razones, la profundidad, la amplitud y la equidad.

«Los que esperan cosechar las bendiciones de la libertad deben, al igual que los hombres, sufrir la fatiga de apoyarla.»
-Thomas Paine-

Implica el examen de esas estructuras o elementos del pensamiento implícito en todo razonamiento: propósito, problema o pregunta-at-problema; supuestos; conceptos base empírica; el razonamiento que lleva a conclusiones; implicaciones y consecuencias; las objeciones de los puntos de vista alternativos; y marco de referencia. El pensamiento crítico – en ser sensible a variables en la materia, problemas y efectos – se incorpora en una familia de modos entrelazados de pensamiento, entre ellos: el pensamiento científico, pensamiento matemático, pensamiento histórico, pensamiento antropológico, de pensamiento económico, pensamiento moral y filosófico.

El pensamiento crítico se puede ver como que tiene dos componentes:

1) un conjunto de información y la generación de la creencia y de procesamiento de habilidades, y 2) el hábito, con base en el compromiso intelectual, de usar esas habilidades para guiar el comportamiento. Está así a ser contrastado con: 1) la mera adquisición y la retención de información por sí sola, porque se trata de una manera particular en que se solicita y se trata de la información; 2) la mera posesión de un conjunto de habilidades, ya que implica el uso continuo de ellos; y 3) el mero uso de esas habilidades («como un ejercicio») sin la aceptación de sus resultados.

El pensamiento crítico varía en función de la motivación subyacente. Cuando basada en motivos egoístas, a menudo se manifiesta en la hábil manipulación de las ideas al servicio de ‘interés’ grupos de la propia, o de uno ‘una. Como tal, es generalmente intelectualmente deficiente, sin embargo pragmáticamente éxito que podría ser. Cuando aterriza en mentalidad justa y la integridad intelectual, es por lo general de un orden superior intelectualmente, aunque sujeto a la acusación de «idealismo» por aquellos habituados a su uso egoísta.

El pensamiento crítico de cualquier tipo nunca es universal en cualquier individuo; todos están sujetos a episodios de pensamiento indisciplinado o irracional. Por tanto, su calidad es típicamente una cuestión de grado y depende de, entre otras cosas, la calidad y la profundidad de la experiencia en un dominio dado de pensamiento o con respecto a una clase particular de preguntas. Nadie es un pensador crítico a través de-y-medio, pero sólo en un grado tal y tal, con tales y tales ideas y puntos ciegos, sujetos a tales y tales tendencias hacia el autoengaño. Por esta razón, el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y disposiciones es un esfuerzo de toda la vida.

El pensamiento crítico es auto guiado, pensamiento disciplinado que intenta razonar al más alto nivel de calidad de una manera imparcial. Las personas que piensan críticamente intentan constantemente para vivir de forma racional, razonable, empáticamente. Ellos son muy conscientes de la naturaleza inherentemente defectuosa del pensamiento humano, cuando no se controla. Se esfuerzan por disminuir el poder de sus tendencias egocéntricas y socio céntricas. Utilizan las herramientas intelectuales que ofrece el pensamiento crítico – conceptos y principios que les permitan analizar, evaluar y mejorar el pensamiento. Ellos trabajan diligentemente para desarrollar las virtudes intelectuales de integridad intelectual, humildad intelectual, la civilidad intelectual, la empatía intelectual, el sentido intelectual de la justicia y la confianza en la razón.

Se dan cuenta de que no importa cómo es experto son como pensadores, que siempre se puede mejorar sus habilidades de razonamiento y ellos a veces caer en errores en el razonamiento, la irracionalidad humana, prejuicios, prejuicios, distorsiones, reglas sociales acríticamente aceptados y tabúes, el interés propio y gran interés. Se esfuerzan por mejorar el mundo de cualquier manera que puede y contribuir a una sociedad más racional, civilizado. Al mismo tiempo, reconocen las complejidades inherentes a menudo en hacerlo. Evitan el pensamiento simplista acerca de los problemas complicados y se esfuerzan para considerar adecuadamente los derechos y necesidades de los demás pertinentes. Ellos reconocen la complejidad en el desarrollo como pensadores, y se comprometen a la práctica de toda la vida hacia la auto-mejora. Ellos encarnan el principio socrático: La vida no examinada no vale la pena vivir, porque se dan cuenta de que muchas vidas no examinadas juntas dan lugar a una, injusto, peligroso mundo acrítica.

~ Linda Elder, de septiembre de 2007

Pensamiento ¿CRÍTICO?

Todo el mundo piensa; es nuestra naturaleza para hacerlo. Pero gran parte de nuestro pensamiento, abandonada a sí misma, está sesgada, distorsionada y parcial, desinformada o hacia abajo a la derecha de prejuicios. Sin embargo, la calidad de nuestra vida y la de lo que producimos, marca, o acumulación depende, precisamente, de la calidad de nuestro pensamiento. Pensamiento de mala calidad es costoso, tanto en dinero como en calidad de vida. Excelencia en el pensamiento, sin embargo, debe ser cultivado sistemáticamente.

Una definición
de pensamiento crítico es que el modo de pensar – sobre cualquier tema, contenido o problema – en la que el pensador mejora la calidad de su
pensamiento, tomando habilidad de carga de las estructuras inherentes en el pensamiento y la imposición de estándares intelectuales sobre ellos.

Un pensador crítico bien cultivado:

Plantea preguntas y problemas vitales, formular de manera clara y reúne precisamente y evalúa la información pertinente, utilizando ideas abstractas a interpretar lo que se refiere efectivamente a conclusiones y soluciones bien razonadas, ponerlas a prueba con los criterios y normas pertinentes; piensa abierto dentro de los sistemas alternativos de pensamiento, reconociendo y evaluando, como es necesario, sus suposiciones, implicaciones y consecuencias prácticas. comunica eficazmente con los demás en averiguar soluciones a problemas complejos.

El pensamiento crítico es, en resumen, el pensamiento auto-dirigido, auto-disciplinado, auto-controlarse y auto-correctiva. Presupone asentimiento a rigurosos estándares de excelencia y dominio consciente de su uso. Implica una comunicación efectiva y habilidades de resolución de problemas y un compromiso para superar nuestro egocentrismo nativo y socio centrismo.

(Tomado de Richard Paul y Linda Elder, La Mini guía para Conceptos pensamiento crítico y Herramientas, Fundación para el Pensamiento Crítico Press, 2008).

El pensamiento crítico Definido por Edward Glaser:
En un estudio seminal sobre el pensamiento crítico y la educación en 1941, Edward Glaser define el pensamiento crítico de la siguiente manera «La capacidad de pensar de manera crítica, tal como se concibe en este volumen, implica tres cosas:

(1) una actitud de estar dispuesto a considerar de una manera reflexiva los problemas y asuntos que entran dentro del rango de las experiencias de uno,

(2) conocimiento de los métodos de investigación lógica y el razonamiento, y

(3) una cierta habilidad en la aplicación de esos métodos.

El pensamiento crítico requiere un esfuerzo persistente para examinar cualquier creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de la evidencia que soporta y las nuevas conclusiones a la que tiende.

También generalmente requiere habilidad para reconocer los problemas, para encontrar medios viables para el cumplimiento de esos problemas, para reunir y mariscal de la información pertinente, a reconocer los supuestos y valores no declarados, para comprender y utilizar el lenguaje con precisión, claridad, y la discriminación, para interpretar los datos, a evaluar la evidencia y evaluar argumentos, a reconocer la existencia (o inexistencia) de las relaciones lógicas entre proposiciones, para sacar conclusiones y generalizaciones garantizadas, para poner a prueba las conclusiones y generalizaciones a la que se llega, para reconstruir los patrones propios de las creencias en la base de la experiencia más amplia, y que preste juicios precisos acerca de las cosas y cualidades específicas de la vida cotidiana.

Un experimento en el desarrollo del pensamiento crítico,del profesor de la Universidad de Columbia, 1941).

Traducido por: Google

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Dolor Emocional…

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«Otro aspecto del dolor emocional que forma parte intrínseca de la mente egotista es una sensación profundamente arraigada de carencia o falta de totalidad, de no estar completo.
En algunas personas, esto es consciente, en otras inconsciente. Si es consciente se manifiesta como el sentimiento agitado y constante de no ser valioso o suficientemente bueno. Si es inconsciente, sólo se sentirá indirectamente como un intenso anhelo, deseo y necesidad. En cualquiera de los dos casos, las personas se embarcan a menudo en una persecución compulsiva de gratificaciones para el ego y de cosas con las cuales identificarse para llenar el vacío que sienten dentro.
Así, se esfuerzan por perseguir posesiones, dinero, éxito, poder, reconocimiento o una relación especial, básicamente con el fin de sentirse mejor consigo mismos, de sentirse completos. Pero incluso cuando alcanzan todas esas cosas, descubren pronto que el vacío está todavía allí, que no tiene fondo.
Entonces están realmente en problemas, porque no pueden engañarse más a sí mismos. Bueno, pueden y lo hacen, pero se vuelve más difícil».
Eckhart Tolle. «El poder del ahora», cap. 2.

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Porque soy libre, no condicionado, total -no una parte, no lo relativo-, sino la Verdad total que es eterna, deseo que aquellos que buscan comprenderme sean libres; que no me sigan, que no hagan de mi una jaula que se tornará en una religión, una secta. Más bien deberían liberarse de todos los miedos: del miedo de la religión, del miedo de la salvación, del miedo de la espiritualidad, del miedo del amor, del miedo de la muerte, del miedo de la vida misma.

Así como un artista pinta un cuadro porque se deleita en esa pintura, porque ella es la expresión de su ser, su bienestar, su gloria, así hago yo esto, y no porque quiera nada de nadie.

¿Para qué, pues, tener una organización? Como dije antes, mi propósito es hacer que los hombres sean incondicionalmente libres, porque sostengo que la única espiritualidad es la incorruptibilidad del propio ser, que es eterno, que es la armonía entre la razón y el amor. Esta es la absoluta incondicionada Verdad que es la Vida misma. Deseo, por lo tanto, que el hombre sea libre, que se regocije como el pájaro en el cielo claro; libre de toda carga, independiente, extático en esa libertad.

Yo sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta.

La Verdad está en cada uno de nosotros; no está lejos ni cerca; está eternamente ahí.

Aquellos que realmente deseen comprender, que traten de descubrir lo que es eterno, sin principio y sin fin, marcharán juntos con mayor intensidad y serán un peligro para todo lo que no es esencial, para las irrealidades, para las sombras.Y ellos se reunirán y se volverán la llama, porque habrán comprendido.

Un cuerpo así es el que debemos crear y tal es mi propósito.

Luz Interna

Krishnamurti, Discurso de disolución de la Orden de la Estrella de Oriente
(2 agosto 1929. Esta Orden había sido fundada en 1911, para proclamar el advenimiento del Instructor del Mundo).
photo by: Torsten Reuschling
Visto en: Greco.es

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Desconectada de sí misma, de la naturaleza, la Humanidad «civilizada» tomó rumbos nocivos y suicidas.

¿Hacia dónde “progresamos”?
Por Xavier Bartlett.

Como modesto conocedor de la Historia, no dejo de asombrarme de lo poco que sabemos en realidad de los tiempos más antiguos. No obstante, la cosa empeora cuando nos damos cuenta de que, además, la interpretación de ese pasado contiene no pocos sesgos. Así, la ciencia actual nos suele mostrar dicho pasado a la luz del paradigma evolucionista, según el cual el hombre ha ido progresando a partir de un estadio de primitivismo, ignorancia, pobreza, superstición, penalidades de todo tipo, etc. gracias al avance de la civilización. En efecto, la ideología social, cultural y económica imperante nos vende que la Humanidad “progresa” linealmente hacia las mayores cotas de bienestar y conocimiento, y todo ello a pesar de que la tozuda realidad de los hechos nos dice que en ese camino ha habido gran cantidad de retrocesos, obstáculos y desastres, y que el hombre –como dice el tópico– suele tropezar dos veces (yo diría que muchas más) en la misma piedra.

Lo cierto es que en la actualidad estamos sometidos a un constante bombardeo ideológico que ensalza los conceptos de modernidad y progreso, y muy especialmente por parte de los partidos políticos. Así pues, desde izquierdas a derechas, de nacionalistas a no-nacionalistas, de conservadores a radicales, etc., todo el mundo nos insiste en la idea de que ellos van a traer el progreso, el avance, el desarrollo, el crecimiento… Y, lógicamente, la población está encantada porque parece que vamos a entrar directamente en el paraíso de la mano de la economía, la ciencia y la técnica. Pero, por cierto, ¿hacia dónde progresamos?

Si uno mira hacia atrás y examina lo que ha sido la historia de la Humanidad, por lo menos desde el inicio de la civilización, verá que las condiciones de vida de las personas siempre han sido relativamente duras, por cuanto la mera subsistencia siempre ha sido una tarea ardua para la población en general (excepto, desde luego, para las élites político-económicas que siempre han estado en la cúspide). Sin embargo, hoy nos quieren hacer creer que hemos avanzado mucho en el terreno social, político, económico, cultural, etc. y que gozamos de un nivel de vida –al menos en Occidente– notablemente superior al de los antiguos romanos, por poner un ejemplo.

A este respecto, me he planteado a menudo la cuestión del progreso histórico, y puedo afirmar que posiblemente nuestras vidas sean más “cómodas” en muchos aspectos que las vidas de nuestros ancestros de hace 2.000 años… Pero, ¿somos realmente más felices, o más bien somos una humanidad tan –o más– perdida y desquiciada que la de hace varios siglos? Los relatos del pasado y los propios restos arqueológicos nos muestran que la gente de hace miles de años pasaba por problemas muy semejantes a los actuales, o bien otro tipo de problemas que ellos manejaban a su manera. No vivían “peor”, vivían “diferente”. Desde luego, sus aspiraciones materiales eran modestas y no tenían el alud de “necesidades” (en realidad, “deseos” que nos han inculcado) que tiene el hombre moderno actual, que le hacen vivir en un estado de constante ansiedad e insatisfacción pese a tener cada vez más cosas, artefactos, objetos, y bienes de todo tipo.

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Pero que nadie se llame a engaño. Hemos “progresado” relativamente en lo que podría ser una sociedad basada en bienes materiales, pero quizá las cosas no sean tan positivas como nos quieren hacer creer. A todo esto, debo añadir que tampoco es bueno idealizar el pasado, pues todas las comparaciones son odiosas y está claro que el sufrimiento y la penalidad han sido un leit-motiv constante a lo largo de las eras. Podríamos decir que lo cambia es la forma, pero no el fondo. Es como si a un prisionero lo fueran cambiando de prisión o de celda, pero seguiría siendo reo, unas veces mejor tratado y otras peor.

Sea como fuere, no me gustaría perderme en elucubraciones abstractas y por ello me planteo exponer a continuación una serie de situaciones en que podremos ver que estos valores de modernidad y progreso son realmente ideas vacías en el mejor de los casos, o una ruta directa al precipicio, en el peor de ellos.

Salud y sanidad: Se dice que en tiempos muy remotos, los hombres eran mucho más longevos que ahora, pero en épocas históricas vivían como nosotros o un poco menos, con altas tasas de mortalidad infantil. La esperanza de vida no era muy alta, pero las enfermedades eran similares a las actuales (si bien desconocían algunas de las nuestras) y existía una rudimentaria medicina que funcionaba básicamente con remedios naturales, aunque varias culturas y civilizaciones desarrollaron una medicina más avanzada (como en China, la India…) y unas técnicas quirúrgicas notables. Con todo, podría parecer que nuestra moderna medicina alopática, absolutamente quimicalizada, es muy superior y nos da una mejor calidad de vida. Pero el maravilloso progreso, una vez más, tiene una cara bien siniestra. Millones de personas son sometidas a pruebas y terapias agresivas, y a montones de fármacos inoperantes o directamente nocivos (en EE UU hay estadísticas que hablan de cientos de miles de muertes a causa de los fármacos). En general, vemos una medicina que interfiere en la vida de las personas y cronifica sus enfermedades. El resultado es que ni vivimos ni morimos en paz, sino dependientes de un sistema de enfermedad. Entretanto, las empresas farmacéuticas se gastan billones en crear medicamentos para que los habitantes de los países desarrollados sigan enfermos, y abandonan a su suerte a la población del Tercer Mundo, que no son “negocio”.

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La antigua sabiduría y tradición, que quedaba fuera de la imposición mental de las élites (o sea, la educación), se fue perdiendo y en su lugar llegó la educación pública y universal. Y sí, el analfabetismo está erradicado en el mundo civilizado, pero ¿hay verdadero conocimiento? La educación que recibimos simplemente es la justa y necesaria para que podamos funcionar en el moderno mundo maquinal, especialmente como buenos trabajadores. Los niños y jóvenes son bombardeados con gran cantidad de contenidos, pero ya apenas saben escribir correctamente, entender bien lo que leen o redactar decentemente. El conocimiento es inmenso y complejo, y está dividido en múltiples especialidades que sólo unos pocos expertos entienden. Hay mucha información disponible, pero… ¿es realmente útil? ¿La podemos digerir o contrastar? El resultado es que el hombre de hoy tampoco comprende los entresijos del mundo en el que vive, simplemente se deja llevar.

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Política: los ciudadanos griegos y romanos ya votaban hace más de 2.000 años. ¿Acaso tales votaciones servían para algo? ¿Se podía cambiar la sociedad o el orden establecido? Los “elegibles” eran siempre de la casta dirigente, que estaba aparentemente dividida en facciones, a veces más populares, a veces más elitistas. Luego vinieron las autocracias, el régimen feudal, las monarquías absolutas… y con la Revolución Francesa se creyó instaurar la democracia, la libertad, la soberanía nacional, etc. No hubo progreso ninguno. Esto ya es muy antiguo, el mismo sistema. Nada va cambiar de fondo, sólo en la forma, en las apariencias. Recuérdese aquello de “que todo cambie, para que todo siga igual”. El voto es el instrumento que permite “legitimar” los designios de los que mandan realmente.

No hay ningún avance, sólo una cortina de humo para no ver lo evidente. La totalidad de la población occidental es llevada como un rebaño al matadero por los que ostentan el poder, y en el fondo la gente sigue siendo tan esclava como lo era la población romana, abrumada por la ley y el imperio. (Pero, de hecho, nunca en la historia de la Humanidad las personas estuvieron tan reguladas como lo están hoy en día por miles de mandatos de todo tipo). Somos súbditos, propiedad de los estados y de los poderes económicos, que son la misma cosa. Y por cierto, que nadie se equivoque: el régimen que más habló de progreso y liberación del ser humano fue la dictadura comunista soviética, que ni dio libertad ni paz ni prosperidad material. Tarde o temprano, los mitos de las ideologías y las falsas oposiciones acabarán por caer.

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Guerras: Aquí sí que podemos sacar pecho y decir que hemos “progresado” mucho. Con el paso de los siglos hemos aumentado el número de conflictos y las dimensiones de éstos. Hemos creado armas cada vez más potentes y mortíferas y hemos desarrollado el asesinato en masa, sobre todo de civiles. De guerrear con flechas y espadas, pasamos a los fusiles y cañones, y terminamos con ametralladoras, gases tóxicos, tanques, aviones de combate, misiles, bombas atómicas, etc. El progreso científico, tecnológico e industrial ha sido en gran parte causa y efecto de la guerra, y los países más “avanzados” y “civilizados” han sido los primeros en armarse hasta los dientes para defender… ¿qué? Sin ir muy lejos, hace poco más de medio siglo, las muy libres y democráticas naciones occidentales masacraron a la población civil alemana a base de masivos bombardeos indiscriminados que causaron cientos de miles de muertos. Por no hablar del genocidio nuclear de Hiroshima y Nagasaki, perpetrado con la excusa de “acabar con la guerra”. Es difícil encontrar mejores ejemplos de barbarie en su máxima expresión. ¡Ah! ¿Qué no era este el progreso ético que queríamos presentar? Vaya por Dios…

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Podríamos seguir con más ejemplos, pero insistiríamos en los mismos mensajes. Ya hay mucha gente que dice que esto del desarrollo y el crecimiento económico indefinido no sólo es imposible, sino que es absurdo, nocivo e inhumano. El ser humano está metido en una carrera materialista y egoica hacia ninguna parte, siguiendo el estandarte del “progreso”. Así, constantemente se le van inyectando ansiedades y metas para crea que “debemos progresar”, pero cada vez más personas ven que esto es un pozo sin fondo, que estamos en caída libre y que la bondad del progreso es un mero instrumento de control de las masas. ¿Qué nos depara este futuro de progreso? ¿Acaso ser una especie de bio-robots, controlados mediante un micro-chip, que vivan cientos de años, esclavizados en este mundo material? ¿Seres sin alma, conectados a la máquina que nos da el sustento y al mismo tiempo nos depreda? (recordemos la metáfora de Matrix…)

Lamentablemente, el auténtico progreso, encarnado en el auto-conocimiento del ser humano y el trascender espiritual, ha sido borrado y silenciado por el ruido procedente de la “civilización”. Ya hace miles de años que diversas tradiciones antiguas nos hablaron de ciclos de evolución espiritual por los que vamos pasando una y otra vez. Los textos sánscritos ya nos decían que el supuesto mundo real o material (“Maya”) no es más que una ilusión y que la verdadera esencia del hombre es el “Atman”, el espíritu. Pero nada esto parece formar parte de nuestro progreso cotidiano. Mientras pensemos que los nuevos artilugios de comunicación, los coches eléctricos o los robots de cocina son la modernidad y el desarrollo, seguiremos en el camino equivocado.

Para poder avanzar de verdad, habrá que desconectar la mente de esos conceptos que tenemos tan fuertemente arraigados, mirar hacia dentro, encontrar lo que realmente somos y actuar en consecuencia. Y esa es nuestra responsabilidad. No esperemos que el mundo cambie por sí solo.

El poder siempre ha estado ahí dentro, aguardando a que la conciencia lo active. Y cuando eso suceda, entenderemos de verdad qué es el progreso.

© Xavier Bartlett 2015 – Licenciado en Prehistoria e Hª Antigua por la Universidad de Barcelona. Autor del libro “La Historia Imperfecta”, una introducción a la historia alternativa, de Ediciones Obelisco.

Autor
Licenciado en Historia, aunque su carrera profesional se ha centrado en el campo de la educación y formación. Actualmente forma parte del equipo Dogmacero, cuya finalidad es difundir una visión alternativa de la sociedad, la ciencia y la historia.-
Fuente: lacajadepandora.eu

A SOLAS CON…

A+solas+con..

DETRAS DE LO APARENTE by Morféo de Gea

Fuera de toda investidura, protocolo y personaje, la semana pasada hablé a solas con Francisco. Quedamos en encontrarnos en secreto en el hotel residencia Paolo VI, al costado de la plaza San Pedro. Llegué unos minutos antes de lo acordado para pedir lo que tomaríamos y elegir una buena ubicación en la terraza con vista a la plaza, desde lo alto el panorama de la basílica es maravilloso.

Pasadas las siete de la tarde llegó con paso lento y una sonrisa en el rostro. Vestía de civil con una campera de verano clara, diría que te con leche o así me pareció, pantalón y camisa al tono y mocasines italianos. En su cabeza una gorra deportiva con un pequeño escudo de San Lorenzo de Almagro, su club de fútbol favorito. Era un turista más de los miles caminando por Roma. Nos saludamos como siempre con un apretón de manos. Observé que no se había quitado su anillo y así se lo hice saber, con un ligero movimiento lo sacó de su dedo y lo guardó en el bolsillo izquierdo de su campera. Nos sentamos y permanecimos en silencio por unos minutos apreciando la hermosa vista de la Basílica y la Piazza San Pietro.

El sol comenzaba a caer y sus rayos iluminaban las esculturas de la plaza con un mágico color dorado oro, fue Francisco quien rompió el silencio, cuando con la mirada fija en el espectáculo que nos regalaba el sol, dijo suavemente:

_Debe ser importante lo que tienes que decir para haber arreglado este encuentro.

Mientras el camarero dejaba en la mesa un caffé ristretto (café corto) colombiano para Jorge, como le gustaba tomar en Buenos Aires en alguna barra de bar cuando aún era Cardenal, y un doble café irlandés para mí, le respondí con una sonrisa:

_ ¿Qué no es importante cuando se trata del Ser? Voy a ser claro, directo y completamente fuera de todo protocolo diplomático, y decir las cosas tal cual son. Tanto tú como yo sabemos la trastienda de la obra, quienes actúan, sus libretos y papeles. Quien elige a los que actúan, quienes escriben esos libretos y quienes reparten los papeles, conocemos las agendas generales y particulares, conocemos quienes mueven los hilos y quienes mueven a quienes mueven los hilos. Estamos en un momento de la historia de la humanidad que definirá los próximos mil años, y dará paso a un nuevo director cuya característica más sobresaliente es precisamente la Humanidad, Humanidad que el actual director no tiene. Ha llegado la hora de bajar a Cristo de la cruz donde estuvo clavado por más de dos mil años, y darle el mando a su verdadero pueblo, que es el Ser de cada uno de nosotros. Hay muy pocos en el mundo que tienen el poder de cambiar un paradigma, y uno de ellos eres tú y lo sabes. Debes dejar de seguir egoístas agendas particulares que intentan posicionarse en el nuevo escenario que se presenta y hacer lo que debes hacer, hacer lo que te comprometiste hacer antes de tu conexión, cumplir tu propósito y tu misión y liberar al hombre de la prisión de la religión, debes decir la verdad, dejar los protocolos, la diplomacia, las palabras bonitas en el balcón de esa plaza y decirle al mundo en la gran mentira que está inmerso, comenzando por la propia religión de la que ahora eres el sumo pontífice, religión creada por ellos para la manipulación y dominio de la humanidad.

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Sabes que es inevitable que la nueva realidad se manifieste, es inevitable que la consciencia colectiva llegue a la masa crítica necesaria y tarde o temprano el gran evento se produzca, no hay forma de detener al Dragón, porque el Dragón eres tú, soy yo, somos todos, porque lo forman nuestros Seres conscientes de sí mismos, esos Seres que al que tienen crucificado vino a liberar, y sabes, que cuando el baje de esa cruz, el trabajo estará hecho y la humanidad será libre. No sé lo que harás, no puedo obligarte a accionar de una u otra manera, pero quiero que sepas que los Mundos Superiores nos están observando, te están observando, y algún día cuando regreses a casa tendrás que rendir cuentas por tus actos, por lo que hiciste y por lo que podrías haber hecho y no hiciste, ese día, tu SER será tu juez ante el DO y ya será tarde para reparar cualquier error cometido. Hoy te digo, haz lo que viniste a hacer, ya es la hora, ya es tu hora.

Francisco me escuchó en silencio, su sonrisa dio paso a la seriedad de aquel que escucha lo que no quiere escuchar, lo que su Ser le dice día tras día cada mañana al despertar. Sus ojos se llenaron de lágrimas y con voz entre cortada por la emoción de un profundo sentimiento que no podía dominar, dijo:

_Cuando era obispo en Buenos Aires, quería y no podía, ahora que debería poder no puedo, la gente necesita la fe porque sin ella perdería la espiritualidad, necesita creer aunque sea una mentira para crear una realidad y seguir existiendo, está tan acostumbrada al rebaño, que aún sin corral y pastor, seguirían atrapadas en su propia fantasía. Si es necesario, pagaré el costo de mi cobardía cuando deba ser, por ahora debo orar y pedir fortaleza para poder.

Se levantó lentamente y poniendo su mano sobre mi hombro me dijo con una gran sonrisa en su rostro:

_Gracias, me has regalado un ristretto de felicidad y realidad al recordarme mi propósito y misión.

Se alejó como llegó, con paso lento y andar suave, mientras se alejaba vi como metía su mano en el bolsillo y volvía a colocarse su anillo. Mientras tanto, las luces de la Piazza San Pietro se encendían.

Mirando al cielo dije, “mi trabajo está hecho, ahora le toca a él”. Una estrella fugaz cruzó el firmamento dejando una estela y mi corazón latió con fuerza. El cielo había escuchado nuestro diálogo.

NOTA:
En algún lugar, en alguna realidad, esto sucedió, mientras tanto, sólo es una historia de ficción.

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¿Qué mujer no ha sentido la necesidad urgente y desmedida de retroceder el tiempo e ir en vuelo directo a un sólo destino, el más anhelado y deseado por una mujer en la edad que sea, al sueño dorado, los brazos de su padre?

¿Qué hombre, en el ocaso de su vida, no ha mirado atrás y ha querido con todas sus fuerzas negar lo innegable, que no hubo otra mujer que lo haya amado con el más transparente y dulce amor que abarca la admirable lealtad y la eterna fidelidad, que el cariño de una hija?

Las relaciones entre las personas, vienen y van, pasan y los ves día y noche, en las sombras de la oscuridad, en la inevitable omisión de culpas y la incapacidad de perdonar, porque no existe un contrato para olvidar de manera coactiva algún daño ocasionado por un ser amado, a la mujer la traición de un hombre le duele en la profundidad de su ser, pero la sabiduría de los años explicaría que la teoría de que un clavo saca a otro clavo es verdad y que finalmente no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.

Pero sólo hay un hombre en la vida de toda mujer que necesita amar con culpabilidad o sin ella.

Así hayan muchos reproches, ira, frustración y resentimiento de por medio, el único hombre que deja imborrables marcas en la vida de toda mujer, es su padre.

No son tanto sus amados hijos ni los extraordinarios amantes ni los hombres aptos para amar que solo quedan unos pocos en el mundo, ni los placeres de la vida, ni el dinero, ni el poder menos la fama, la inexplicable respuesta es que la piedra en el zapato y el corazón para toda mujer, es su padre.

El hombre sabe que el amor de una hija no se comparará jamás al de ninguna otra mujer, porque el inmenso amor de una madre, es un amor otorgado por ella misma, pero el amor de un padre a su hija es un amor de entrega, que da sin condiciones, es la representación sublime, es total, es incondicional, las pataletas, berrinches y engreimientos sólo están permitidos entre una hija y un padre.

Este tipo de amor es sin duda muy cuestionado en la psicología y el psicoanálisis, y es muy frecuente la rivalidad entre hermanas por ganar la atención del padre y si es hija única el sentimiento es más profundo.

Según los estudios psiquiátricos el complejo de Electra, desarrollado por Gustav Jung y Freud, es aquel en que la niña en sus primeros años de vida ama, admira y quiere tanto a su padre que podría sentir celos de su madre, sin embargo éste suele disolverse con el tiempo mientras va entrando en la adolescencia y la adultez.

Este peculiar nombre que le asigna la psicología es porque la mitología griega, señala que Electra hija de Agamenón quien fue rey de Micenas y Climtenestra, vengó a su padre, que fue asesinado por Egisto, amante de su madre y en otras versiones dicen fue Climtenestra que con sus propias manos le quitó la vida, enterada de esto Electra animó y convenció a su hermano Orestes para que le diera muerte a su madre y a Egisto, puesto que ella estaba convencida de que ambos eran los responsables de la muerte de su adorado padre.

Para un hombre joven que piensa en las rutinas diarias y los dolores consecutivos del ajetreo del esfuerzo del trabajo, el cansancio envejecido de sus ojos apagados puede iluminarse al ver a su pequeña princesa que puede convertir el hielo congelado de sus sueños muertos en veranos recónditos de alegría y efímera felicidad.

Y el hombre viejo puede recordar ese instante mágico de la maravilla irrepetible de cuando tu niña de ahora 20, 30, 40 ó 50, tomó tu mano y apretó sus pequeños dedos y sin palabra alguna con besos y arrumacos, te llevó a caminar con ella en la lotería de la vida con el número ganador: su sonrisa, que te hace ser niño otra vez con ella para siempre en tu memoria como la poesía más bella. ………

Autor: Zully Pinchi Ramírez*

Re-editado por: Evolución-Art

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¿Cómo tus emociones están causando dolores físicos?

En lo que a salud se refiere –y, en general, al bienestar-, es evidente que cuentan todos los aspectos que nos conforman como seres humanos, tanto los físicos, fisiológicos u orgánicos como los anímicos, psíquicos o emocionales, pasando por los ambientales, de modo que ninguno de dichos aspectos podría excluirse de la ecuación de un estado saludable y equilibrado.

En nuestros días, nuevas investigaciones y estudios médicos siguen mostrando la íntima conexión o, mejor, la unidad sistémica formada por el binomio cuerpo-mente, que ilustra la validez intemporal del antiguo adagio grecolatino “mens sana in corpore sano”.

La Dra. Susanne Babbel dice al respecto: “los estudios han demostrado que el dolor crónico podría no solamente ser causado por lesiones físicas, sino también por el estrés y problemas emocionales. A menudo –continúa Babbel-, las funciones de dolor físico pueden advertir a una persona que todavía hay trabajo emocional por hacer”.

Nunca me puse a pensar que, tal vez, mi dolor de espalda puede ser el resultado de algo que hice en otra parte de mi vida. Y es bueno saber que en realidad podría tener cierto control sobre mis niveles de dolor. En este sentido, el Dr. Murray Grossan, del Instituto Grossan, afirma que “la primera cosa sobre la curación de una enfermedad, es detener las sustancias químicas del estrés y la ansiedad, que alteran la cicatrización normal”.

Hablamos con algunos expertos, a fin de obtener más información sobre la relación entre las emociones y el dolor en áreas específicas del cuerpo. ¡Desplazándote hasta encontrar el dolor que has estado experimentando, podrás determinar qué emociones podrían estar causándote ese dolor! Incluso hemos incluido algunos consejos sobre cómo puedes deshacerte de esas emociones tóxicas, y tener un cuerpo libre de dolor.

Dolor en la cabeza
Conforme a la Dra.Christina Peterson, “el estrés y los factores emocionales, son elementos desencadenantes de la migraña común”. Así, tus dolores de cabeza pueden ser simplemente el resultado de asumir demasiado en el día a día, en tu vida, poniendo sobre tus hombros más carga de la que puedes llevar. De igual modo, el estrés innecesario puede ser la causa de dolores en el cráneo. Tomarte hoy un tiempo para relajarte puede ser la mejor solución. Tal vez incluso ir a un spa, para dejar que toda esa tensión no deseada desaparezca.

Dolor en el cuello
Un dolor de cuello tampoco es “casual”. Según Lori D’Ascenzo, experta en kinesiología, “tu cuello es donde tienes la culpa y la auto-recriminación”. Este dolor puede significar que estás teniendo problemas para perdonarte a ti mismo, y te estás juzgando con demasiada dureza. No obstante, ahora podría ser un buen momento para hacer una lista de todas las cosas que te gustan de ti mismo(a). Y si te sientes culpable por algo que has hecho a otra persona, esta sería la ocasión perfecta para disculparte y aclarar las cosas. Amarte a ti mismo y encontrar el perdón (que no ve culpa sino que comprende e integra), pueden ser las auténticas claves para resolver ese dolor en el cuello.

Dolor en los hombros
Para el kinesiólogo profesional Ros Kitson nuestros hombros representan la parte donde llevamos nuestras cargas, no sólo en el sentido literal de llevar algo pesado a cuestas. “Hablamos de “asumir un problema” y esto es exactamente lo que estamos haciendo cuando nuestros hombros están tensos y nos causan dolor”. Tomando conciencia de ello, podemos entonces dejar caer oportunamente la resolución de problemas que no nos corresponden. Y si estás tomando más de una parte justa de la carga en el trabajo, sería cuestión de dejar que tu compañero(a) sepa que necesitas un poco de ayuda.

Dolor en la espalda superior
Ronda Degaust señala que “la parte superior tiene que ver con la sensación de falta de apoyo emocional. Tal vez no te sientes querido, o puedes estar llevando oculto tu amor hacia otra persona”. En cualquier caso, sería bueno retomar el contacto con tus seres queridos y fortalecer esas relaciones. Si estás soltero, incluso podría ser un tiempo propicio para saltar de cabeza en el mundo de las citas. Un poco de amor puede muy bien encaramarse hasta la parte alta de tu espalda y hacer algo más que aliviarte.

Dolor en la espalda baja
“El dinero y los temas financieros pueden estar implicados en el dolor de espalda”, en palabras del Dr. Mark W. Tong. Al igual que la falta de apoyo emocional, que causa dolor en la espalda superior, la falta de recursos financieros ocasionaría tensión innecesaria en su espalda baja. Consciente de ello, podrías entonces considerar tus hábitos de gasto, para no colocar presión sobre ti mismo cuando lleguen las facturas cada mes.

Dolor en los codos
El Dr. Alan Fogel, dice que “todas las emociones tienen un componente motor. Cuando se trata del dolor de codo, tal dolor podría tener que ver con tu propia resistencia al cambio. La rigidez en el codo puede significar que estás siendo demasiado terco o “rígido” en tu vida diaria. De manera que esta sería una buena ocasión para comprometerte más con tu pareja, durante una discusión en curso. O tal vez probar ese nuevo café que tu amigo te ha estado sugiriendo. En este sentido, el cambio y el compromiso pueden llegar a ser tus nuevos mejores amigos.

Dolor en las manos
Según Lori D’Ascenzo, experta en kinesiología, las manos alcanzan a los demás. ¿Estás sofocando tu necesidad de llegar y conectar con los demás? “La incapacidad de conectar con los demás, puede ser la causa del dolor en las palmas. Trabajar en hacer nuevos amigos, sería tal vez tu mejor camino hacia adelante. O quizás es el momento de hacer un esfuerzo para compartir algo más –o mejor- con los nuevos vecinos. O acaso almorzar con un compañero de trabajo, en lugar de cenar solo. En cualquier caso, las conexiones pueden ser la clave.

Dolor en las caderas
Bárbara Clark afirma que “el miedo al movimiento puede manifestarse como rigidez o dolor en las caderas”, detrás del cual estaría “el temor acerca de lo que pasará en nuestro futuro, o a un cambio en la dirección de nuestras vidas”. Tu dolor de cadera puede simplemente ser una señal de que te resistes a avanzar, o tomar decisiones importantes. Sabiendo esto, podrías animarte a abrir ese nuevo negocio en el que has estado pensando, o tal vez a escribir ese libro que siempre hubieras querido escribir. De un modo u otro, avanzar hacia el futuro puede ser la clave para la liberación del dolor.

Dolor en las rodillas
Para el experto en medicina tradicional china Lawrence Michail, “puede decirse que, en resumen, los problemas de rodillas podrían indicar que estás atrapado en el ego, demasiado orgulloso como para doblarte; que puedes estar dándote a ti mismo demasiado crédito en este momento, y eso estaría interponiéndose en tu camino. El dolor crónico de rodilla vendría siendo el resultado de un ego hiperactivo. Qué mejor ocasión que esta para practicar el ser humilde, o quizás elogiar el trabajo bien hecho de un compañero. Una sugerencia más: resiste la tentación de presumir; si deseas aliviar el dolor, te sorprenderás!

El dolor en las pantorrillas
La Dra. Laura Perry apunta que “los puntos del dolor en los músculos de la pantorrilla, muy probablemente se activen por el estrés o la tensión emocional”. En este caso en concreto, los celos y el resentimiento, pueden ser la causa de la tensión emocional detrás del dolor en la pantorrilla. A lo mejor ha llegado en tu vida el momento para dejar de lado los viejos rencores y los celos. Los celos podrían estar causándote dolor en las pantorrillas, pero también es probable que te impidan apreciar lo que tienes.

Dolor en los tobillos
En su libro My “Plane” Truth, el autor Jill Douglas escribe: “los tobillos representan la capacidad de recibir placer”. Por alguna razón, es posible que te resistas a los aspectos más placenteros de la vida, y esto puede ser la causa de tu dolor crónico de tobillo. Entonces, qué tal si te propones disfrutar de ti mismo un poco más. Tal vez darte el placer de comer un poco de chocolate negro, con ese sabor intenso que tanto te ha gustado siempre. Puedes incluso dar un poco de sabor a tu vida romántica. ¡El placer puede finalmente derrotar al dolor!

Dolor en los pies
La Dra. Adaobi Anyeji, una psicóloga clínica radicada en California, dijo: “cuando uno está deprimido, a menudo tiene una charla negativa con uno mismo, lo que contribuye al malestar corporal y exacerba las ya presentes condiciones físicas”. El exceso de negatividad y no sentir suficiente gozo, es la causa del dolor crónico del pie. Aparte que, literalmente, levantando los pies para darles un descanso, es posible que desees tratar de dejar ir esos sentimientos negativos a los que te has estado aferrando. Disfruta las cosas pequeñas. Quizás puedes encontrar la alegría en un niño, o con una nueva mascota, o en un nuevo pasatiempo. Una vida más alegre pronto podría tomar el lugar de una vida doliente.

Fuente: Mache blog

Re-Editado por: Evolucion-Ar’t

 

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Una nueva Conciencia

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La Ciencia ha demostrado que, a pesar de que podamos pensar que simplemente estamos observando el mundo, en realidad es completamente imposible que solamente estemos actuando como meros espectadores. Cuando centramos nuestra atención en algo, ya sea una partícula cuántica durante un experimento de laboratorio, la sanación de nuestro cuerpo o la consecución del éxito en nuestra profesión o nuestras relaciones, estamos poniendo en juego nuestras expectativas y creencias en relación con lo que estamos observando. Y es precisamente a través de estas experiencias internas que pasamos a formar parte de aquello que observamos.

Esto nos convierte en participantes activos de nuestra realidad y nos permite comenzar a tomar responsabilidad de lo que sucede en nuestras vidas. Cuando centramos nuestra atención en un lugar determinado en un momento específico, estamos involucrando a nuestra Conciencia. Y en el vasto campo de la Conciencia no existe una frontera definida que nos indique dónde termina cada uno de nosotros y dónde comienza el resto del Universo.Una concepción tal de la realidad nos acerca a la visión del mundo que compartían nuestros ancestros: todo está conectado.

A medida que los científicos exploran el significado de ser “participantes” de nuestra realidad, la conclusión que asoma en el horizonte se hace cada vez más inevitable: vivimos en una realidad interactiva en la que tenemos la capacidad de cambiar el mundo que nos rodea modificando lo que sucede en nuestro interior, es decir, nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y creencias.

Y si todo lo que experimentamos como “vida” está directamente relacionado con lo que pensamos y sentimos, entonces tenemos la responsabilidad de dejar atrás el victimismo y la impasibilidad y encaminarnos hacia la madurez emocional. Para cambiar nuestras vidas y relaciones, sanar nuestros cuerpos y traer armonía a nuestra familia. Se requiere un cambio importante en nuestra percepción. Por lo tanto, es de suma importancia desarrollar estrategias y herramientas que nos Permitan sentar las bases de esta Nueva Conciencia.

Mi experiencia como acompañante en procesos de crecimiento personal y cambio de creencias me permitieron llegar a esta misma conclusión. Muchos clientes, al llegar a la consulta, me decían “vengo a que me soluciones este problema”, “arréglame” o “cúrame”, y nada más lejos de la realidad. Es precisamente el hecho de depositar nuestra autoridad en el exterior, en los demás, lo que se encuentra en la raíz de los conflictos que nos atormentan. De ahí que el objetivo definitivo de todo proceso de cambio sea el desarrollo de nuestra propia autoridad interior. Una autoridad basada en los dictados de nuestra alma, en la coherencia, en la responsabilidad de todo aquello que sucede en nuestras vidas.

Autor: Christian Simón Bueno

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Hola, tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue. Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti.

Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo: ¿Tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de “paz” impreso en la espalda? ¿No verdad?

Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser “sutil” y “suavecito” cuando debo darte el mensaje… Me golpeas, me odias, con todo el mundo te quejas de mi, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.

Sólo te escucho decirme: “Cállate”, “vete”, “te odio”, “maldita la hora en que apareciste”, y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú? Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas día a día, taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma “mágica” yo me vaya de tu cuerpo.

Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.

Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo??

Para ti, yo el síntoma, soy “La Enfermedad”.

Qué cosa más absurda. No confundas las cosas.

Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas.
Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme.

*Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma.

¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad “eres tú“, “es tu estilo de vida“, “son tus emociones contenidas“, eso sí es la enfermedad. Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma.

Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto sí. Esto debe ser algo como “un golpazo a tu inteligencia”. Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar lo que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, “el síntoma”, aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte. Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: ¿por qué apareció este síntoma en mi vida?, ¿qué querrá decirme? ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora?. ¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y entre más rápido hagas conciencia del porqué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir. Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como “analizador” de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.

Por favor, déjame sin trabajo.

¿O piensas de verdad que yo disfruto lo que hago?

Te invito a que reflexiones, cada que me veas aparecer, el motivo de mi visita.

Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo.

Estoy harto de que digas:
“Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético”.

“Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar”.

“Siempre yo con mi migrañas“.
Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada vez que me presumes, realmente estás diciendo: “Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, mírenme, mírenme!”.

¡Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa.

Entre más pronto lo hagas, más rápido me iré de tu vida!

Atte.
El síntoma.
• Autor desconocido- Extraído de Psico Tesa

Re-Editado por: Evolucion-Ar’t

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REFLEXIONES DEL AHORA

“QUEBRANTANDO EL SILENCIO”

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Desorientados o simplemente reorientados, una vez más, hacia la eterna promesa de la neutralidad de las instituciones, hacia la posibilidad de cambiar el rumbo del sistema, de hacerlo más amable. Nos negamos a aceptar que esta democracia tiene el timón trucado y siempre apunta hacia el mismo lugar por muchas vueltas que le des y cuando además de apuntar dispara: no hace prisioneros, tira a matar.

El poder de seducción del sistema es grande y su capacidad para crear nuevos actores en su espectáculo es inacabable. No sólo ha conseguido encauzar el descontento de mucha gente con inquietudes políticas sino que se ha superado a sí mismo: ha conseguido que aquellos desencantados que consideran que lo único que no funciona son los políticos ladrones encuentren a su nuevo paladín de la decencia encumbrado de la noche a la mañana y ni siquiera se han molestado en plantearse cómo ha sido posible esa aparición.

Es cierto que la capacidad de seducción es muy potente y cuenta con unos medios de difusión de masas que la hacen altamente eficaz. Sin embargo, no hay que menospreciar el factor miedo. Sí, ese miedo que a menudo oímos decir que “está cambiando de lado”; cosa ésta que no deja de tener su parte de verdad; pero que sigue habitando mayoritariamente en nuestro lado.

Por muchas razones diferentes tenemos grabado a fuego que la pérdida es dolor. Ese dolor nos aterra y, por tanto, cualquier posibilidad de pérdida nos da auténtico pavor. Con este miedo es con el que juegan y casi siempre ganan. En la mayoría de ocasiones la posibilidad de perder algo que ingenuamente creemos poseer, ya sea algo tan etéreo como la libertad, la seguridad vital… o algo tan material como una vivienda o un trabajo nos impide asumir el compromiso necesario para sacar adelante aquellos proyectos o tomar las decisiones en las que decimos creer o confiar.

Por eso seguimos dejando que la corriente nos arrastre, que sean otros los que decidan cómo debe ser nuestra vida. Seguimos creyendo que la utopía basta con pensarla, que para vivir ya tenemos eso que llamamos la vida real y que en esta realidad sólo es posible tratar de mejorar nuestra condición sin tener demasiado en cuenta al resto porque si lo hacemos ni siquiera podemos mejorar la nuestra.

Es la ley del posibilismo que nos imponen y aceptamos como dogma. Así seguimos asistiendo al espectáculo sin darnos cuenta que somos parte de él. Lo que sucede, incluido el teatro electoral y el posterior juego de las sillas, no nos es ajeno, estamos incluidos en él y es nuestra obligación tratar de revertir el guión de la obra porque el final está escrito y no es nada bueno. Pero no queramos cambiarlo sin salirnos del guión porque eso es imposible y una vez más… a la vista está.

Mientras el cambio de cromos se hace visible y nos distrae al tiempo que nos polariza al más puro estilo futbolero (“que si yo soy de éste y tu de aquel…”) el sistema sigue afianzando sus bases y sigue avanzando en sus planes. Basten como muestra los diversos tratados de libre comercio (o libre esclavitud si hablamos con propiedad) que andan impulsándose alrededor del mundo o, en un nivel más cercano, el apuntalamiento del yugo militarista impuesto.

Mientras tanto, parece que todo queda en suspenso a la espera de ver si se confirma la hipótesis lanzada desde los medios de información acerca de que el tiempo de la nueva política ha llegado y el poder ha sido tomado por la izquierda (signifique eso lo que signifique) y todos volvemos a replegarnos en nuestros reductos en la eterna espera del momento oportuno. Tal vez el momento oportuno sea cualquiera y éste sea tan bueno como el que más. Pensémoslo.

Hagámoslo…..

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«Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación»
(Henry David Thoreau)

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